Regularmente, los productores del sector utilizan la cicuta para controlar plagas y, para fumigación con el extracto obtenido de la maseración de la planta.
 
En dosis controladas puede combatir el dolor intenso, como en el caso del cáncer.
Se utiliza como antiespasmódico, sedante y narcótico.
Es efectiva en el tratamiento del asma y la tos ferina.
Es utilizada para tratar enfermedades graves como la epilepsia, la ictericia o la sífilis.
Sin embargo, el consumo de la cicuta debe ser bajo supervisión profesional debida a sus propiedades venenosas.