Colocar las hojas de menta en una taza de té y llenarla con agua hirviendo. Dejar la infusión reposar durante 5 a 7 minutos y colar. Este té debe ser bebido 3 a 4 veces al día y preferiblemente después de las comidas. El periodo de consumo puede variar de una a dos semanas.
Mejora la digestión
La infusión de menta se utiliza para aliviar las digestiones pesadas debido a su efecto digestivo.
Evita los gases gracias a su acción carminativa.
Alivia los dolores de cabeza aplicando unas gotas de aceite de menta en las sienes y en la nuca.
Trata la gripe y los resfriados, es un remedio natural muy utilizado en caso de bronquitis, tos o resfriados. Por su acción descongestionante, el mentol ayuda a disminuir la congestión de los pulmones, nariz y garganta. También trata la tos y el asma.
Elimina los hongos de piel y uñas
La menta es antifúngica por lo que aplicarla de forma tópica en forma de aceite esencial o en emplastes, puede eliminar los hongos de las uñas y de la piel de forma efectiva.
Alivia reacciones de la piel
Puede aliviar los casos de dermatitis, eczema y urticaria aplicándola de forma tópica.
Reduce la inflamación y el dolor
Sobre todo en caso de golpes, esguinces, artritis y dolencias crónicas.
Quita el mal aliento
Además reduce las bacterias en la boca que causan el mal olor.
Mejora la circulación de las sangre
Esto se debe a sus propiedades anticoagulantes, por ello alivia el dolor de cabeza, la hinchazón de las piernas, etc.
Trata infecciones vaginales
Además alivia la picazón y el escozor derivados de la infección.
Aumenta la líbido
Gracias a sus propiedades estimulantes y tonificantes, la menta puede ser un efecivo afrodisíaco natural.